# Abril blanco.

Es todo, abril terminó, lo nuestro también.
No hablaré de tus heridas, hablaré de las mías,
porque también causaste tanto daño antes de tu partida.

Lloré hasta sentir cansancio, 

me levanté y en lugar de obligarme a olvidarte, 

decidí sentir toda la soledad que dejaste, 

viví la tristeza de nuestros recuerdos

sin acelerarlo o llevarlos muy despacio, 

simplemente con la paciencia de sentir todo

para poder abrazarlo y al final libres dejarlos. 

Te sigo extrañando, 

camino las calles qué juntos paseamos, 

se acelera mi corazón y veo toda nuestra historia,

tantos fragmentos de buenos momentos en mi memoria, 

y las calles se tiñen de nostalgia, sin embargo, entre los sentimientos y los recuerdos ya existe una enorme distancia.

Estoy dejando libre todo lo que siento por ti, 

porque es lo único que nos queda, seguir,

no volver a atrás donde hay tanto daño adornado de un futuro falso. 

Es todo. Me comencé a despedir hace semanas,

tu lugar seguirá intacto, 

en esta casa las puertas y ventanas permanecerán cerradas, 

me tomará mucho tiempo arreglar ese cuarto donde el amor se cura y se transforma. 

¿Amor de mi vida?

Aprendí por mi misma el amor verdadero, 

pero tú parecías pionero en esto,

sin embargo, no me enseñaste la verdadera magia,

es por eso que al irte la descubrí yo misma, 

entendí que para que seas el amor de mi vida, 

primero debía amar todo de mi, hasta mis heridas. 

Si sientes desprecio u odio de mi parte, 

debes saber que lo único que intento es olvidarte, 

aunque eso no será posible, 

tenemos nuestro hilo rojo indestructible. 

Nostalgia, eso siento, esa es la respuesta. 

Nuestra historia está completa, 

ya no hay lágrimas para darnos, 

ya no hay más razones para quedarnos, 

sigamos nuestras vidas como antes de encontrarnos.

# Esperando.

La habitación estaba fría,                                  
no había más que le reflejo de la luz de la calle, 
tenue, sin intensidad.                     
Por la ventana se veía la tristeza del cielo, 
pero solo llovía adentro de este departamento.

El teléfono sonaba, los gatos descansaban,             
Emma ya soñaba, y yo...      
Yo solo esperaba,      
como cada noche desde que te marchaste.
Esa era mi ilusión, 
que volvieras a tocar la puerta y me abrazaras,
quitando la pausa que le dimos a nuestra historia.
Pero nuevamente me quedé dormida, 
soñando que esta vez si volvías.

# Paredes

 

¿Haz notado cómo estás paredes han cambiado desde hace un año?

La pregunta hace eco en toda la habitación y repentinamente comienza a llover. Esas luces que tanto le gustan, esas luces comienzan a parpadear, pronto los focos se fundirán y nos tendremos que acostumbrar a la oscuridad o la comunes luces blancas que siempre han estado.

Los ojos parecen no tener escapatoria, frente a los de él los mío, y frente a los míos los de él. En mi cabeza aún suena la pregunta y con ella aparecen un sin fin de respuestas. Eres tan distraído que no te das cuenta que estoy hablando de manera metafórica sobre nosotros. 

Cuando ha pasado la lluvia, las flores del jardín parecen cabizbaja, como si ya no quisieran continuar. Justo en ese momento te escucho suspirar, y respondes: Hay que cambiarlas de color, y curar las partes dañadas. 

Suspiro, y me recuesto con una alegría esbozando en mi interior. Esta vez los dos estabamos en sintonía. 

# Nos hemos ído

Nos hemos ido, ¿lo sabes?

Quizá si te pregunto si sabes a dónde nos hemos ido, tu respuesta sea negativa, y proseguirás a decirme que solo yo sé a dónde nos hemos ido, y que probablemente la única que lo ha hecho sea yo.

No estamos, la casa está habitada, las luces se encienden a la misma hora, y la regadera se sigue escuchando con ecos de risa, sin embargo, es un lugar vacío. Los gatos caminan en cada rincón de la casa, buscan llamar la atención de los habitantes que parecen morir cada día más. Maúllan, maúllan tanto que llega a fastidiar, pero realmente nos están avisando que no pueden quedarse solos, que quieren devuelta no solo a sus humanos, sino a la magia que había en esa casa.

Nos hemos ido, ¿ya lo notaste?

Con el pasar de los días poco a poco las plantas se marchitan, y aunque parece que el agua con la que se riega no les da la vitalidad suficiente, siguen sobreviviendo, esperando a recibir más que un cambio de agua. Ambos sabemos que esas plantas no solo requieren agua, sino la luz del sol, por ello hay que estar cambiándolas de lugar.

Nos hemos ido, ¿por qué lo sé solo yo?

Veo las telarañas que están en las esquinas de la casa, las he limpiado hace como dos semanas, y no sé que día vuelven a estar ahí nuevamente. Quizá es por mi sensibilidad a matar a esas arañas delgadas, de lo contrario podría deshacerme del problema de las telarañas por completo. ¿Por qué no las mato? Bueno, muy independiente de mi alta sensibilidad a los animales como a los objetos (como si estos tuvieran vida), pienso que cada cosa, cada ser humano tiene un objetivo, que por alguna razón siguen estando, y mi razón para no acabar con esas arañas, es que atrapan a insectos voladores para poder comerlos, y eso nos salva a nosotros de ser picados por esos insectos.

Nos hemos ido, ¿Aún no ves lo solitario que está aquí?

Si miras a la cocina notarás que todo está en orden, y que pareciera que brilla de lo limpia que está, y no ves mal. Si te asomas en algún reflejo de los platos o cucharás podrás ver los recuerdos que esos habitantes compartieron desde la primavera hasta el invierno del 2022.

En los sazonadores podrás escuchar las risas y gemidos que se pudieron quedar enfrascado por mucho tiempo. Si te diriges hacia la estufa, se podrá sentir el olor de una cena que siempre estaba lista para prepararse, y que a veces no se colocaba en la mesa. Por último, si abres el refrigerador, podrás ver la ilusión de muchas frutas dulces que compartieron cada martes en la tarde, pero en un parpadeo notarás que el termostato está muy bajo y ha congelado lo poco que hay dentro del refrigerador.

Nos hemos ido, ¿quieres saber a dónde?

Las sillas, el mueble, la cama, lugares donde nos podemos sentar a pensar, donde podemos llorar sin estar de pie, donde podemos llorar hasta dormirnos. Lugares donde puedes compartir con charlas, películas, besos, caricias, intimidad, risas y lágrimas. Esos lugares cada noche se llenan de silecios, y no hay otra opción que apagar las luces y dormir en la cama, con los recuerdos de los buenos momentos.

Nosotros, los dos únicos habitantes nos hemos ido, aún permaneciendo dentro de estas paredes. ¿Por qué queda el cuerpo y se ha ido el brillo? Me sujeto a los recuerdos de aquellos momentos que tuvimos, me sujeto al retoño del sentimiento que apareció aquel 22 de abril. Los momentos actuales se han estado viviendo como si fuera lo único que quedará por hacer, los sentimientos quedaron en un bucle, donde no pueden crecer, no pueden ascender, y las risas solo son repeticiones de momentos antiguos, porque ahora no hay nuevas risas que puedan emerger de este lugar vacío.

# Ventanas rotas

 

Un abrazo, eso siempre era suficientes para ella 

cuando los cristales le habían cortado las esperanza  de seguir con vida.

Cuando se despertó, se dio cuenta que lo vacío de la habitación 

hacía juego perfecto con su vacío interior; 

se envolvió con su sabana y dio medio vuelta, 

mirando hacia la ventana tuvo la sensación de comenzar a llorar, 

pero sabía que no debía hacerlo, no sería la única que iba a llorar, 

no era la única que sentiría esa tristeza. 

Antes de las 9:00 a.m. no le quedó más opción que levantarse para continuar viviendo, 

porque ella sabía que debía vivir, 

ella quería seguir viviendo para dar más vida.

 

# La misma palabra

 

No hay respuestas a estas horas de la madrugada, 
sin embargo me despiertan las miles de preguntas.
Quizás el ruído de mi cabeza no te deje dormir, 
lamento que mis inseguridades canten solo para herir,
quiero pedir perdón por esta situación,
quiero pedir perdón si no doy alguna solución. 

Hay una inmensa lista con la misma palabra,
las guardas porque sigues creyendo con las mismas ganas
de que un día se cambie por una acción, 
lo siento, mi cabeza trabaja más rapido que mi corazón.

Quiero pedir perdón por siempre elegir la misma manera
en la que termino de dejar todo lo bueno afuera, 
que destroce todo la tormenta, cerrar la puerta
y volver a darte una nueva promesa.

# Mi rincón

 

He creído que las palabras pueden ser todo,
y no hablo de las pabras escritas, sino de todas aquellas que se manifiestan,
aquellas que pueden escucharse de la voz que decidimos escuchar,
esas palabras que podrían curar o bien, lastimar,
sin embargo contigo he aprendido que las palabras hacen sentir culpa.

Me cuestiono si no he podido aprender a expresarme, 
me lo pregunto tantas veces cuando ocasiono un caos, 
entonces decido dejar las palabras y de ellas aislarme. 
Camino nuevamente a mi rincón favorito, el silencio, 
el que me ha permitido conocerme y curarme, mi mejor maestro. 

Una vez roto todos aquellos malestares de mis pensamientos,
encuentro esa serenidad de mis palabras, 
cubiertas de tanta sabiduria que están en fragmentos,
me conpadezco de ellas, me compadezco de mí, 
y sin abandonar aquel rincón, adorno todo con largos suspiros. 

# El turno del invierno

 

El otoño ha sido de mis estaciones favoritas, 
los arboles hacen su metamorfosis para poder sobrevivir al invierno.
El clima se reduce a una taza de café caliente por las mañanas, 
y las hojas bailan por las calles de nuestra ciudad. 
Pero...

¿Por que el otoño es diferente cuando se habla de amor?

El otoño nos prepara a nosotros para sobrevivir al invierno,
aunque hay más lluvias en nuestros manantiales las emociones logran secarse,
yo lo llamaría "equilibrar los sentimientos".
Para el mundo hay una fecha donde inicia el invierno, pero para el amor no la hay,
así que solo lo dejamos entrar cuando estamos listo,
cuando hemos fotalecido las raíces de nuestro propio ser, para ser capaz de amar al frío. 

Nos acostumbramos al frío, porque aunque duela mucho,
solo nos queda observar y sobrevivir hasta que la primavera vuelva a llegar,
bueno, hasta que decidamos que estamos listo para dejarla entrar. 

# La visita.

 

Haz llegado de visita,
y mira que la habitación está llena de nostalgia,
no hiciste alguna llamada anticipada,
tampoco escribiste una de tus tantas cartas.

Tu presencia no es molestia, tampoco es sorpresa
sin embargo los gatos maullan más con tu presencia,
y eso es lo inaudito porque aquí todo es silencioso.

Hace unos meses permaneciste unas horas,
queriendo secar mis lagrimas, 
pretendiendo soplar el polvo de esa cabeza ruidosa,
no duraste más de medio día,
y te fuiste nuevamente, tal como llegaste, 
sin desordenar nada, solo dejando una nota donde escribiste:
"Aún estoy dentro de ti, búscame". 

¿Cuánto tiempo te quedarás esta vez?

# Las cosas que me gustan de ti.

Me gustas cuando te sonrojas y liberas esa tímida sonrisa que el mundo no ha descubierto, cuando hablas de lo que más amas, de los libros que has leído y de las historias que te han contado.

Me gustas cuando te ríes por algo que pasó hace años, cuando eliminas la tensión con una sencilla broma y sobre todo cuando sabes cuando es el momento adecuado para permanecer en silencio.

Me gustan tu alegría por las pequeñas cosas, me gusta esa forma de mover las manos cuando explicas algo complicado, me gusta ese pequeño fruncimiento de frente que haces cuando algo no te parece correcto.

...

# Juntos, pero lejos.

 

Juntos, pero lejos.
Dentro de la misma ciudad,
sin vernos, sin conocernos,
pero seguros de un día encontrarnos.

En la esquina de un parque,
un martes con día soleado,
apreciando el malecón y su arte,
como si nuestro ser estuvieran destinados. 

Nos encontraremos,
quizás en el lugar mas recóndito,
o un domingo en la plaza,
sin buscarnos, pero cruzando nuestros caminos.

# Mininos.

 

Aguas por las calles principales,
bultos de basura que emanan olores desagradables,
tiendas cerradas, nubes grises,
pronto la lluvia nos entregará su melodia.

Una chica a las 11 de la noche caminando por la calle,
la esperan en casa seis mininos, para entregarle sus maullidos,
para darle sus ronroneos, 
ella apresura su caminar,
sin predecir que se cruzaría con la tristeza,
un minino sin cola, flaco y sucio,
un minino que buscaba comida  en la basura.

Ella piensa en su gata perdida,
tienen los mismo colores, tiene la misma mirada,
una presión en el pecho comienza a aparecer,
traga saliba por el amargo momento,
camina sin hacer nada;
regresa al lugar con comida para gatos en la mano,
busca, mira a su al rededor, sigue buscando,
no hay nada, se ha ido el minino.

Regresa a casa, con una tristeza,
regresa a casa con culpa,
regresa a casa con lagrimas.

Y aunque uno de sus mininos la está esperando
al comienzo de las escaleras del departamento,
ella sonríe con tristeza, 
se alegra de que sus mininos estén bien,
pero se llena de tristeza por recordar a su gata perdida,
por recordar al minino sin cola,
por pensar en todos los mininos que no tienen hogar,
en todos los mininos que viven en la calle,
en todos los mininos que están lastimados,
en todos los mininos que se estarán mojando por la lluvia.

Y así, la calle se empapa de más lluvia,
se quedan más vacías,
y los mininos callejeros buscando donde refugiarse. 

# Ayer, hoy, mañana.

 

Ayer conocí lo que escondes al mundo de ti,
conocí las risas matutinas y tu cabello alborotado,
al igual, conocí muchas cosas que no sabía de mi. 

Hoy aprecio tus infinitos lunares, 
me aprendo los nombres de tu músicas favoritas,
conozco el rincón de tu niñez, 
hoy sé amar como quise hacerlo alguna vez. 

Mañana te veré con una sonrisa, 
suspiraré por todas las promesas olvidadas,
abrazaré la vida que se formó en nuestra memoria,
mañana, caminaremos al mismo ritmo,
pero en distintas vías.

#Lejanos.

 

Hace un par de años que septiembre no tenía tu nombre,
incluso la lluvia regresó y el frío abre el cajón de tus recuerdos. 
El noveno mes del año, y cinco años atrás te pertenecía cada uno de sus días,
eran tuyas las canciones que descubría, 
eran tuyas todas esas sonrisas que provocabas en mi,
era tuyo ese mes, ese año donde el cielo nos pareció mostrar un fin.

No lo sabes, tampoco lo dije, no lo escribí,
pero si lees esto, recuerda las tardes de sushi,
recuerda la noche después de aquel ballet,
recuerda el beso que nunca se pudo compartir,
recuerda que psaron los días y siempre pensé en ti.

# Otra vez.

 

Otra vez, sin ti.
Quisiera que mis pensamientos se detuvieran un poco,
que mis sentimientos hicieran caso omiso a mis ganas de dormir,
porque al final termino con la mente hecha un caos,
Le doy un momento a mis emociones negativas,
mis impulsos ceden, están cediendo, es una lucha constante,
no sabes lo que hay aquí cuando no estás, 
y creo que es mejor que no lo sepas nunca.

Creí que era más grande el vacío que había en mi, 
hasta que me di cuenta que no estabas a mi lado en la cama,
otra vez sin ti.
Me consumo poco a poco y no te das cuenta...

#Innecesario.

 

A veces las despedidas son innecesarias, fue lo que me dije esta mañana cuando al despertarte para acompañarme a tomar el autobús no dijeras ninguna palabras, y trás un acto de alejamiento me diera cuenta que no debí pensar que pasaría más de 12 horas sin verte. Porque al final, el resultado fue igual. 

# Para ti que no estás.

 

Hoy volvi a escuchar esa música que me pone triste, esa música que en sus letras parecen redactar la soledad que comienzo a sentir. 
Claro que no es tu culpa, siempre hago las cosas mal, por eso ahora tengo 28 años y sigo cometiendo los mismos errores de cuando tenía 20 años, incluso en mi adolescencia. 

    Quiero contarte de una canción en especial "Breath me" de Sia, siempre pensé que esa canción describía lo que alguna vez quise decirle a alguien, quizás a un amigo especial. 

Sabes...

Acabo de recordar a un amigo que quise muchisimo, y que causaba muchas sonrisas y risas en mí, un amigo que marcó mi vida, un amigo que estoy segura no olvidaré. Antes, cuando hablaba de él sonreía, siempre tuve presente que esa sonrisa salía por los momentos que viví con él, y por el sentimiento que se fue formando durante ese tiempo. 

Debería escribirle, bueno, la última vez que lo hice no obtuve una respuesta, creo que preferí no molestar, igual llevabamos unos años sin saber uno del otro, nuestras vidas tomó rumbos diferentes, él dejó la carrera en la que nos conocimos, le habían roto el corazón, y se alejó de todo lo que le recordará a esa persona que amó y lo traicionó. Supe que significaba más eso que él sentía que la amistad que habíamos creado, porque la carrera le gustaba mucho, era uno de los mejores alumnos, era muy inteligente. 

        Tenía tiempo que no hablba de él, quizás un año. Me vino a la memoria la fecha de su cumpleaños: 7 de septiembre. Los recuerdos me están inundando el pensamiento, recuerdo el sushi, las risas imparables, la comida que me preparaba en su casa y la que llegaba a preparar en mi casa, recuerdo esa noche en el departamento nuevo donde viviría, juntos con sus amigos, música y una que otras cosas para consumir. 

        Para ser sincera, ya no está ese sentimiento que sentía cuando contaba todo esto. Creo que ahora solo son anecdotas. Sabes, me pregunto cuándo volveré a saber de él, quisiera saber cómo ha estado el camino de todo el trayecto que no he sabido de él. 

        Terminé contandome esto a mi, porque tú no estás, no hablo de manera física, no sé como llemarle a esto, pero simplemente no estás. ¿A quién más podría contarle mis pensamientos y emociones? 
Sí, yo tampoco sé exactamente. Quizás por eso siempre los archivo en alguna parte de ese inmenso cajón de pensamientos.

# Dormir

 

¿Qué hay que cambiar?, ¿Qué debo dejar de pensar?, ¿Cómo debería sentirme?.

Estoy muy abrumada, no encuentro algún renglón para poder acomodar tanto desastre que hay en mi cabeza, un desastre que ya estuvo anteriormente, pero esta vez viene acompañado de una decepción amorosa, por lo cual no sólo me hace sentir soledad, sino también tristeza. Estoy rota, quisiera solo dormir, dormir, dormir, dormir y despertar sin sentir esta tristeza y soledad. 

Quiero mas pastillas para dormir, no salir de mi cuarto, no salir de mi cama, no ver la luz del día, no saber del mundo durante todo el día, durante toda la noche, sólo encerrarme y que nada me importe. 

Que patética soy, estoy igual que el año pasado, igual que hace unos años. 

# Eternal Snow

Las hojas rotas en la tierra,
pisadas, pisadas, pisadas que quedaron marcadas,
la oscuridad aún me deja ver tu pulcritud.
Estás al fondo de ese frío resplandor, detrás del resto de soledad.
Brinco hacia tu bosque,
donde estás perdido, donde no dejas que nadie más invada,
rompo tu resplandor frío,
te beso, te sostengo con dureza,
apagas la luz de tu sonrisa,
tus ojos gritan, tu voz se queda en silencio,
tu corazón suaviza sus pulsaciones,
ahora eres pálido,
ahora estás frío.
Te abrazo, me das tu último aliento,
tu último latido
y tus últimas lagrimas.

Amanece y te desvaneces,
no queda más.
Los árboles florecen,
no hay hojas rotas,
tu existencia se ha llevado el resplandor frío.

# Vaguedades

Los lunes antes de que amanezca el olor de tu perfume ya pasea por todos los cuartos de nuestra casa. Tus maletas aguardan en la esquina de tu habitación, te arreglas como comúnmente lo haces, y aunque todavía te sobra tiempo te apresuras para no llegar tarde o evitar algún improviso.
Yo que estoy sin haber dormido, me pesan los ojos, y sólo percibo ese perfume que se siente a días de soledad, días separados de ti.

Miro tan fijamente el reloj, ya casi darán las 6 a.m., tu avión sale en poco más de una hora. Te veré marchar, y sé que voy aguantar todas esas lagrimas de tu ausencia en las próximas semanas, lo triste es que en una semana será tu cumpleaños, y no estarás en casa. Cuando regreses te entregaré una carta. Te escribiré ese día para desearte un buen día, aunque sé que estando lejos de casa los días no son buenos, porque estás más libre estando acá dándonos tu compañía, tus conversaciones, tus risas.

El silencio de la casa se combina con tu perfume, los momentos de estos últimos meses invaden repentinamente mi cabeza, ojalá no te tuvieras que ir. Me duele siempre que lo haces, pero es algo que debes hacer, para pagar tus deudas. Ojalá pudiera ayudarte lo suficiente para que no tuvieras que irte, o para poder verte más tiempo en casa, estos 3 meses no me fueron suficientes y, ahora, siento un nudo que recorre mi garganta, me provoca lagrimas, siempre sucede cuando tienes que viajar.
Tú más que nadie sabe que no soy de muchas palabras, ni de demostrarte cuánto me duele el que te vayas, pero estás muy segura de que siento eso, porque alguna vez te lo he dicho. Por si no lo recuerdas, te lo escribiré aquí: Me duele que te vayas, no sabes cuánto te voy a extrañar.